Llueve
Y la tierra se abre para recibir el sudor del cielo.
Y los árboles estiran sus hojas para abrazar el agua dejándolo caer por su tronco suavemente hasta empapar el suelo
Y un poco más cerca de mi ventana el duro y obstinado asfalto se niega a recibirlo por que piensa que "el llegó primero", obligándole a trabajar arrancando los desperdicios de la ciudad hasta las alcantarillas
Y en la ventana estoy yo
y en el sofá tu recuerdo con el que habito,
y el anhelo de tu pereza en los días grises sobre el
Encima de la manta el perro bien pudiera ser un teleñeco abandonado
Y así, empapados de sopor, nos dejamos ir en la necesidad de tí
el perro, el sofa y yo
Sigue lloviendo
El agua nos recuerda que todo debe estar en su sitio.
la imagen: http://www.elmayortesorodelmundo.es