jueves, 18 de octubre de 2012

Llueve






Llueve
 Y la tierra se abre para recibir el sudor del cielo.
 Y los árboles estiran sus hojas para abrazar el agua dejándolo caer por su tronco suavemente hasta empapar el suelo
 Y un poco más cerca de mi ventana el duro y obstinado asfalto se niega a recibirlo por que piensa que "el llegó primero", obligándole a trabajar arrancando los desperdicios de la ciudad hasta las alcantarillas

                         Y en la ventana estoy yo
                         y en el sofá tu recuerdo con el que habito,
                         y el anhelo de tu pereza en los días grises sobre el                                                                                

 Encima de la manta el perro  bien pudiera ser un teleñeco abandonado

 Y así, empapados de sopor, nos dejamos ir en la necesidad  de tí
 el perro, el sofa y yo

                                                            Sigue lloviendo

 El agua nos recuerda que todo debe estar en su sitio.


la imagen: http://www.elmayortesorodelmundo.es

martes, 5 de junio de 2012

QUIZÁS MAÑANA

    La calima tiñe de ocre la tarde invernal y hace que la sensación desértica compita con la fecha del calendario. En medio de la nada, un paisano trabaja la tierra sin mucho afán, será más bien escaso lo que le produzca si no llueve pronto.
   Siempre el mismo trayecto, todos los días lo recorro para no olvidarte, giro en el cruce para dejar atrás el pueblo y surge ante mí una casi infinita recta que, confundiéndose con el terreno termina escondida entre dos pequeñas montañas. Suaves y voluptuosas me recrean tu imagen tumbada boca arriba al calor del sol, y yo acelero, quiero tocarlo, llegar hasta él. Soy ese liliputiense que descubre al Gigante Gulliver cada mañana y ávido de aventuras se le acerca aun sabiendo que le puede ir la vida en ello. Pero, ¿que podría importarme si consigo con ello disfrutar de tu visión y de tus susurros en mi oido durante unos segundos una vez más?
   Acelero más y más por la inteminable recta, como todos los días, un deseo firme concentrado en un punto.
                                     ¡necesito volver a verte!

 ¡Los destellos intermitentes, señal inequívoca de que estás por llegar! 

 ¡Detengo el coche emocionado y nervioso, se produce el encuentro y no quiero girar la cabeza, solo oír tu voz! ¡vuelvo a oír tu voz de nuevo desde el exterior!

Buenos días, me permite su documentación por favor!-


Para Natalia

 


martes, 21 de febrero de 2012

¡Estas son mis armas y con ellas intentaré cambiar el mundo!

 ¡Estas son mis armas y con ellas intentaré cambiar el mundo!
 -pensó el joven estudiante mientras se armaba de valor y mostraba el libro que les había mandado leer el profesor este trimestre a un ser carente de cualquier tipo de sensibilidad que se oculta bajo un disfraz de terminator, y al que han adoctrinado para evitar todo tipo de concentraciones que ensucien la imagen de un país que vive por y para el turismo, un país que está pagando muy cara su imagen de marca de calidad por que padece una gangrena irreversible y cuyos autoproclamados galenos no saben como atajar.

 Evidentemente ante alguien adoctrinado para la represión de las concentraciones, un número incontable de letras delante de sus ojos es una manifestación, con lo que automaticamente su cerebro comienza a analizar toda la información recibida,y al no encontrar nada parecido, su cortex cerebral pasa rapidamente a modo de combate, sus ojos se le encolerizan y ante tamaña afrenta se dispone a dar palos a diestro y siniestro a todo aquel que se pone por delante, guardando el bienestar del sufrido ciudadano. Pues que por favor alguien me explique a mí quien es el sufrido ciudadano, por que aquí estamos alcanzando todos. Estos adolescentes son el futuro, nuestro futuro, y no quiero que peguen a unos chavales que simplemente luchan por una cuba de gas-oil para la calefacción.


martes, 17 de enero de 2012

FIDELIDAD


  Se tenía a si mismo por un hombre honrado al que nunca le gustó hacer trampas, pero al abrir la puerta del dormitorio encontró a su mujer compartiendo la cama con su amigo de la primaria.

 Apoyó su cabeza en la pared y volvió a contar hasta cien.

La imagen: http://victor-lopez.es/Galeria.html